No, no, no, señores. Por mucho que a varios pueda haberles gustado esa película, no voy a hablar de ella. Menos del 4 de julio, ¡por favor!... y aunque quisiera, tampoco del 18 de septiembre. Quiero referirme a otro día de la independencia, a ese por el que tarde o temprano todos pasamos (o al menos deberíamos pasar): el día en que nos independizamos de nuestros padres.
Para algunos puede sonar lejano todavía, para otros puede sonar a historia vieja y superada, pero para mí, es una historia que recién comienza a escribirse.
El casado casa quiere
Bueno, yo no me he casado, ni pienso hacerlo aún, pero a ese conocido refrán, yo le agregaría: "y el soltero independentista también". Siempre tuve la idea de que no podía iniciar la tercera década de mi vida bajo el alero de mis padres. Quizás por razones que no viene al caso mencionar no había dado antes este paso (queriendo hacerlo), pero el asunto es que de este año no pasaba. Y así, junto a dos ex compañeros de carrera, nos propusimos ubicar un lugar que reuna ciertas condiciones para cobijarnos por el tiempo que sea necesario hasta alcanzar el 100% de independencia, o sea vivir SOLO.
¿Casa o departamento?
Siempre quise casa. Con toda seguridad. Encuentro que no hay nada como tener patio. Y no solo pensando en carretear, sino que en todas las bondades de tener ese espacio abierto. Con mis amigos nos pusimos a buscar desde diciembre del año pasado, una casa de características bien definidas: ubicada en el sector centro-sur, que tuviera 4 habitaciones y -por lo menos- 2 entradas para vehículos, ya que los 3 tenemos auto. Estaba difícil la cosa, hasta que encontramos una casa en la Coviefi de 2 pisos, con entrada para 2 vehículos; 5 dormitorios (si señores, CINCO), un patio con quincho para asados, ¡4 baños!, una azotea con cerámica y otro quincho para asados (para de gozar), baño en suite en el dormitorio principal y ¡con JACUZZI!, asi que imagínense como estábamos. El precio era super conveniente y entre tres personas se hacía costeable. El dueño estaba en Iquique y estábamos decididos a tener esa casa como fuera, aún si había que ir a Iquique a firmar los papeles. Cuento corto, el tipo optó por arrendársela a una familia. Plop!.
Me fui de vacaciones en febrero y me olvidé del tema, pero una vez en Antofagasta, hubo que volver a la carga y ponerse en campaña de búsqueda otra vez. La idea era tener un lugar asegurado antes de abril; en mi caso, porque mis viejos se cambian en esa fecha a un depto que compraron y tendrán que disponer de suficiente espacio para los familiares que vienen de visita. En el caso de mis amigos, tienen que encontrar casa si o si porque están viviendo con tías que ya los están mirando feo cada vez que abren el refrigerador.
Una cosa por otra
De todas las casas que vimos, unas tenían lo que le faltaba a las otras. O tenían 4 habitaciones pero ninguna entrada para vehículos, o tenían entrada para 3 vehículos y la casa estaba en estado ruinoso, o bien tenían varias habitaciones pero de distinto tamaño (nadie querría la pieza mas pequeña). Estábamos cegados en encontrar casa por la simple razón de que es difícil encontrar departamento con 4 habitaciones, pero llegó un momento en que tuvimos que recurrir a esa alternativa.
Departamento. Dimos con un departamento en el piso 9 de un edificio en calle Rapahue, a la altura del 900, en la coviefi. 4 habitaciones, 2 baños y un muy espacioso living comedor. Precio razonable pero sin entradas para vehículos. Mmm "solucionable" pensamos, además que en el edificio del frente vive una amiga que podría conseguirnos garage ahí. Se convirtió en la primera opción por la cantidad de habitaciones, hasta que re-encontramos un aviso en el diario que traíamos, al cual no le habíamos dado mucha pelota porque decía "avda ejército" y nos imaginamos que eran los edificios que están en la población militar, pero que de todas maneras decidimos ir a conocer. En la inmobiliaria nos prestaron la llave y nos mandamos a verlo. La chica nos advirtió que era un quinto piso y no había ascensor.¡Chuuú!
¡Guau! fue la primera expresión al abrir la puerta: Un living comedor muy espacioso e iluminado, y con vista al mar por todos sus ventanales. Una terraza grande donde perfectamente cabe un comedor y una parrilla (si, pues).
A medida que recorríamos el depto íbamos descubriendo todas sus bondades: 4 habitaciones de similares dimensiones (nadie pelea por la pieza "grande"), 3 baños, cocina enteramente amoblada, loggia y otra terraza más pequeña en una de las piezas. "Aquí nos quedamos", dijimos y nos fuimos a cerrar el trato con la gente de la inmobiliaria.
Tan rápida fue la decisión que se supone que dentro de 72 horas estaríamos instalándonos definitivamente. Si todo resulta bien, muy luego deberíamos estar habitando este departamento tan bacán. Hasta las chicas de la inmobiliaria, entre talla y talla se autoinvitaron a la inauguración (¿será porque le dijimos que éramos 3 matrones?). Ahora sólo nos queda hacernos la idea de subir muebles y cajas hasta el quinto piso y ¡por la escalera!. ¡¡Uuuuuuu!!
El día de la independencia ha llegado, o quizás el primer paso para alcanzarla.
Y ¿tu ya te independizaste? ¿cuando piensas hacerlo y como crees que será? ¿Como fue? si es que ya lo hiciste.
Estamos todos atentos a tu comentario.
martes, marzo 06, 2007
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