A partir de un flirteo, pinchazo, jugueteo, affaire, desliz, aventura o como lo quieran llamar, perfectamente puede formarse una parejita que se prolongue en el tiempo, por lo menos más allá del primer encuentro, y ésto no necesariamente tiene que llegar a convertirse en pololeo (o noviazgo, para los lectores extranjeros), sino que queda relegado a los límites de "la buena onda" que pueda existir entre ambas partes...
Pero ¿a quien no le ha pasado que, de esa endeble y a ratos recreativa relación que no pretende ser más que eso, haya surgido un interés de verdad?
Por ejemplo, después de pinchar (Def. Chile/ Pinchar: dícese de darse unos besitos locos con alguien en un encuentro eventual o encuentros esporádicos), y de seguir frecuentándote con esa persona, te das cuenta que te estás involucrando más de lo razonable. ¿Qué haces? ¿te viras antes de que la cosa pase a mayores o sigues en el juego sabiendo que no pasarás más allá de ser "la pareja de turno"?
Acá es importante destacar que no siempre se ponen límites desde un comienzo, por lo cuál, pretender llegar a instancias más estables tiene cierta cabida si pensamos que las grandes historias parten de encuentros más bien light, y ahí hay que darle tiempo al tiempo no más y ver como se va dando la cosa. Las relaciones humanas no son fáciles, y por lo mismo cobra mucha importancia el conocerse en situaciones más cotidianas, extra carrete por cierto. Pero, a veces SI se ponen los límites y la cosa queda clarita, "la vamos a pasar super bien, pero sin hablar de amor". O sea, si uno de los miembros de esta pseudo pareja, se enamora de verdad de otra persona, de un tercero, tiene todo el derecho de jugársela ahí, y poner fin a la aventura que mantenía. Todo quedará en buena onda y la amistad primigenia perdurará.
Peeero... a veces se piensa que los límites están claros, y resulta que en realidad ninguno puso límites, o si se pusieron, pero de forma tácita, nada expresamente claro, se pensó que ambos sabían a lo que iban, y ahí es donde surge el problema, y comienzan los "rollos". Se comienza a invadir terreno del otro y de alguna manera, muchas veces sin quererlo o darse cuenta, se termina ahogando a quien justamente buscaba una relación libre sin mayores problemas ni ataduras.
Sin duda que el tema refleja cierta frivolidad, pero aún queriendo no ser frívolo, se pasa una y otra vez por esta historia, y podemos estar en cualquiera de los dos lados.
"Podemos ser más que amigos, pero sin hablar de amor
Te propongo que vivamos nuestro romance ilegal, pero sin enamorarnos
Aunque suframos los dos, esto es sin hablar de amor"
Hechizo - Romance Ilegal
Te propongo que vivamos nuestro romance ilegal, pero sin enamorarnos
Aunque suframos los dos, esto es sin hablar de amor"
Hechizo - Romance Ilegal