No hay casa, edificio, monumento, banco de plaza ni asiento de micro que se salve. Todo rayado con signos ininteligibles que nisiquiera pueden ser considerados como ornamentales. Desde mensajes futboleros como "GB", "LDA", pasando por toda la gama de nombres que tiene el aparato reproductor masculino, hasta firmas y marcas territoriales, es posible ver en cada pared y espacio público.
Por supuesto que en un recorrido por la ciudad podemos encontrar graffittis de verdad, o sea, pinturas y obras de buen nivel que si son un aporte al hermoseamiento ciudadano, pero que lamentablemente son la minoría. siendo el resto pura basura gráfica.
Sin ir más lejos, el remodelado Edificio Histórico ubicado en la costanera Central, no alcanzó a durar más de una semana con los muros recién pintados sin que fuera atacado por estos vándalos del spray.
Sin ir más lejos, el remodelado Edificio Histórico ubicado en la costanera Central, no alcanzó a durar más de una semana con los muros recién pintados sin que fuera atacado por estos vándalos del spray.
Y no le achaquemos toda la culpa a los adolescentes, porque en período de campañas políticas, podemos encontrar colosales mensajes publicitarios de "VOTE POR..." financiados por los mismos sujetos que se candidatean. Por supuesto que una vez terminadas las elecciones, es el dueño del muro el que tiene que limpiar ya que el responsable del rayado se hace humo. Linda y limpia forma de hacer campaña.
Entonces ¿qué hacemos? Algunos lisa y llanamente proponen cárcel pero como la mayoría de los autores del delito son inimputables por edad, otros sugieren penas de trabajos comunitarios, principalmente el repintado de la muralla siniestrada con costo a su bolsillo. Otros proponen sanción a los padres o tutores, y otros más utópicos se inclinan por la educación y la rehabilitación.
Entonces ¿qué hacemos? Algunos lisa y llanamente proponen cárcel pero como la mayoría de los autores del delito son inimputables por edad, otros sugieren penas de trabajos comunitarios, principalmente el repintado de la muralla siniestrada con costo a su bolsillo. Otros proponen sanción a los padres o tutores, y otros más utópicos se inclinan por la educación y la rehabilitación.
Por su parte, el comercio no se ha quedado atrás y ha encontrado la oportunidad precisa para hacer negocio: Ya salió el "limpiador de graffittis" que no daña la pintura base y elimina en un 100% el molesto rayado de su pared. Pero, ¿tendremos que dedicar toda una vida a limpiar la pared cada vez que un desadaptado social la raye, o haremos como tantos dueños de casa que se aburrieron de luchar contra la corriente y simplemente se acostumbraron a tener sus paredes rayadas?
¿Será momento de que comencemos a tener una actitud más activa frente a esto? La próxima puede ser tu casa...
¿Tendremos opción de cambiar a niñitos como éste?